Antes de partir a
nuestro viaje, tuvimos que equiparnos con lo básico. Y como pretendíamos
recorrer el sudesteasiático, era imprescindible hacerse de unas buenas chalas.
Llevada por esa consigna, la Dani fue a Andesgear en búsqueda de las que serían su principal calzado en los meses venideros. En la tienda encontró varias opciones, y finalmente se decidió por las que tiene la Carito, unas que tienen hebillas con velcro.
Llevada por esa consigna, la Dani fue a Andesgear en búsqueda de las que serían su principal calzado en los meses venideros. En la tienda encontró varias opciones, y finalmente se decidió por las que tiene la Carito, unas que tienen hebillas con velcro.
Te Chai con leche de almendras en los Himalayas. |
Luego de 10 días en los que mantuvimos noble silencio, pudimos hablar con los otros participantes del curso. Estábamos haciendo la fila para el almuerzo y se le acerca a la Dani la portadora de las chalas y comienza a hablarle en un idioma irreconocible.
– I don’t speak french. - Le responde la Dani con una sonrisa.
- Is not French is Israelí. You are not Israelí?
Ante la negativa de la Dani, comienza a explicarnos que son chalas de Israel, que todos las usan y que se reconocen así en los viajes.
¡Esta no sería la primera vez que aconteciera una situación como esta! Luego de ella, se
nos han cruzado 4 o más israelitas que nos hablan en su idioma y siempre
terminamos riéndonos todos juntos, pues no somos de Israel.
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